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EN MEMORIA DE PEPE BERNAL PORTILLO,

 PLATILLERO DE LA BANDA DE MÚSICA DE PEDRAJAS

Homenaje
    El 23 de marzo de 2002 falleció José Bernal Portillo; los acontecimientos, hechos y circunstancias posteriores, así como la timidez y la escasa facilidad para la expresión escrita, han retardado la exposición de este recordatorio sobre José.

    José, o mejor Pepe, falleció, pero por fin descansó en paz, tras el agotamiento y el debilitamiento sufrido por la intensa lucha vivida contra la enfermedad, como la denominaba él. Como si de un juego trágico se tratara, Pepe agotó el tiempo que le había tocado, y su cuenta atrás de 62 años finalizó justo después de celebrar su santo, "San José". Dejó de existir físicamente -no espiritualmente, ya que sigue con nosotros- quizás antes de lo convenido, aunque lo fatal de la resolución no importaba a la enorme fortaleza que Pepe tenía de asunción.

    Se han realizado y realizan homenajes, menciones, recuerdos, memoriales a destacados pedrajeros, debido en gran parte a su nacimiento. Pepe no nació en Pedrajas, pero gran parte de su tiempo lo vivió en Pedrajas, donde hizo numerosos amigos, donde entabló amistad con muchísimas personas, y donde disfruto parte de su vida con su familia y con los pedrajeros. La amistad, el gusto por la música, su esfuerzo siempre colaborador, y el deseo que tenía su padre, fallecido anteriormente, de que algún descendiente suyo fuera músico o tocara algún instrumento, le llevaron a formar parte de la recién creada, entonces, Banda de Música de Pedrajas, llegando incluso a ser uno de los más veteranos platilleros de todas las Bandas de Música de Castilla y León. Los platillos, ese instrumento de percusión, de acompañamiento, sencillo y discreto como era él. Pepe, el platillero de la Banda, anunciaba con un suave tañido de los platos el comienzo del primer compás de una marcha de procesión, de una marcha fúnebre. Nunca faltaba a la cita con la Banda. Aun en los días de mayor esfuerzo y de lucha, convaleciente y con pocas fuerzas, Pepe sostenía y tocaba los pesados platos, pendiente siempre de los pasos en las marchas y de la mirada en los conciertos, del director de la Banda; Pepe no pudo anunciar el comienzo de su marcha fúnebre preferida "Mater Mea", que interpretó la Banda, en su último desfile el día de su funeral.

    Pepe, andaluz, en busca de trabajo emigra al entonces País Vasco, forma una familia, y tras unos años se traslada a Castilla, a Pedrajas de San Esteban, a Valladolid, convirtiéndose en un trabajador y viajero infatigable. En vacaciones viaja a su tierra natal, necesita ver y sentir su tierra, su familia; en los fines de semana a Pedrajas desde Valladolid, trayecto recorrido tantas veces que ha formado parte su vida, de tal manera, que parte de sus cenizas, por deseo suyo, están esparcidas también en parte del recorrido que hace en su día la Virgen de Sacedon, y en su querido "corro".

      

  Pepe, siempre tan reflexivo y pensativo, tolerante y transigente, humilde y discreto, siempre a favor de la unión y la comprensión entre las personas, siempre tratando de ayudar en lo que pudiera; la reflexión, la simpatía, la amistad y la amabilidad características de su personalidad, potenciaron su fortaleza ante el fatal destino. Asumiendo más que aceptando, y sin apenas resignación, Pepe afrontó el final con una entereza, digna de envidiar, entereza y fortaleza, codiciadas para protegernos de las debilidades y del olvido. Pepe estuvo, está y estará siempre con nosotros, siempre nos acompañará y nos avisará con su recuerdo antes de dar un nuevo paso. Siempre he estado orgulloso de mi padre, y quizás por vergüenza nunca se lo dije; ahora le doy gracias todos los días por lo que me dio y tengo, por lo que hizo y hace, y porque estuvo y está a mi lado para no ceder y desfallecer ante las adversidades.
dar las gracias a la Banda de Música por acogerle y ofrecerle la oportunidad de convivir con los músicos y para la música, y de ser participe de ella; quiero agradecer también a la peña El Tendido Nueve por haberle ofrecido su amistad y su cariño; tampoco quiero olvidar a las numerosas personas que nos acompañaron en el sentimiento de pesar, agradeciendo también las muestras de afecto realizadas, así como las muestras de cariño y de grato recuerdo hacia la persona de José Bernal Portillo.

 

 

Homenaje

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